domingo, 27 de julio de 2008

Serie en blanco...

Aqui les dejo algunas fotos... nada como el blanco ... que opinan ustedes



lunes, 21 de julio de 2008

domingo, 13 de julio de 2008

Felicidades Venezuela

La edición número 57 del Miss Universo que se efectuo en Vietnam, trajo para los venezolanos un orgullo más... no sólo lucirá por ser uno de los paises con más representantes en los Juegos Olimpicos, si no que además tiene a la mujer más bella del universo... Dayana Mendoza Miss Universo 2008.

Aqui les dejo algunas imagenes...



sábado, 5 de julio de 2008

Serie blanco y negro





Que tal el rojo... se ve bien...




Mi Amigo el pato...

Me inicié en el sexo siendo un adolescente y desde entonces a la fecha he vivido todo tipo de experiencias, muy satisfactorias y que me han dejado gratos recuerdos. Siempre he sido muy reservado y procuro conducirme adecuadamente con los demás. Hoy les contaré la historia que viví con un amigo conocido como el Pato. En ese tiempo me fui a vivir al interior, en una ciudad pequeña pero con mucha actividad en la que me he radicado varias veces por cuestiones personales y de trabajo. Ahí conocí a mucha gente, entre ellos a Luis, que así se llama. Era un excelente ejemplar de hombre, 23 años de edad, alto, corpulento, bien parecido, buen gusto en el vestir; además de tener una buena posición económica, lo cual lo hacia muchas veces un poco altanero con los demás.

Vivía solo para divertirse y cuidar su aspecto, no importándole los negocios familiares que poseía. Nuestra amistad surgió por casualidad. Yo lo había visto en varias ocasiones por la ciudad pero al parecer el no se percataba de mi. Un día fui invitado a una fiesta por amigos cercanos a mí y aunque no tenía muchas ganas de socializar esa noche, acepté a ir al no tener algo mejor que hacer. Cual fue mi sorpresa y emoción al llegar y encontrarlo ahí, pero más aún cuando un gran amigo mío lo llamó y nos presentó. Ese día nos pasamos una parranda histórica pero para mi mala suerte nada pasó entre nosotros.

Durante la fiesta hicimos buena química e intercambiamos los números de teléfono para seguir en contacto, aunque en ese momento pensé que era el efecto del alcohol y que al día siguiente no se acordaría de mi. Para mi buena suerte no fue así, ya que me llamó y acordamos asistir a otras fiestas que estaban por venir. Durante un mes salimos y nos divertimos de lujo, sin embargo, el no daba indicios de querer algo más que amistad, lo cual entendí y respeté. Con el tiempo el se marchó de la ciudad con toda su familia por cuestiones personales y solo de vez en cuando venía a visitarnos por acá, aunque las cosas ya no fueron igual.

Sin embargo, una noche lluviosa del mes de agosto sucedió lo más inesperado en mi vida. En esa temporada estaba viviendo en casa de mis padres, quienes por motivos familiares habían salido de viaje a otra ciudad, donde estarían dos o tres días. Un tanto aburrido y sin muchas ganas de rumba, salí a visitar a un amigo que vivía solo en su apartamento al norte de la ciudad. Ya en su casa decidimos tomar unas cervezas y cenar para pasar el rato, pero como no había nada en su nevera decidimos salir a comprar a una cuadra de su casa. Ahí comenzó lo mejor, ya que en uno de los bares me encontré con la grata presencia del Pato, quien ya con unas copas dentro cenaba tranquilamente. Al verme me sonrió y me preguntó que andaba haciendo en ese lugar. Le expliqué que pensaba pasar un rato con un amigo en su departamento y después iría a casa a dormir.

En eso me comentó que estaba de visita por la ciudad, pero que las personas a las que vino a ver se encontraban de viaje y que ahora tenía un problema, ya que no tenía donde dormir y sin suficiente dinero para pagar un hotel. Volteé a ver a mi amigo y pensando que se fuera a molestar si yo lo invitaba a su apartamento, le dije que me diera su número de celular y que en un momento yo le llamaría o mandaría mensaje. Me despedí de él y regresamos al apartamento sin poderlo retirar de mis pensamientos. No podía creer que estuviera aquí, solo y un poco desamparado, ya que en este lugar tenía amigos a montón. Después de un rato de estar en casa de mi amigo, comenzó una lluvia persistente que al parecer duraría toda la noche. Entonces me remordió la conciencia imaginando que estaba solitario por ahí sin tener donde refugiarse. Le comenté a mi amigo si lo podíamos invitar a lo cual me dijo que no porque el esperaba visitas más tarde. Entonces me decidí y le mandé un mensaje a su celular.
No podía creer mi suerte ya que de inmediato me respondió. Efectivamente estaba en la calle resguardándose de la lluvia. Le dije que si gustaba se podía quedar en mi casa y que podía estar cómodo ya que no había nadie en ese momento. Aceptó de inmediato y quedé de pasar por él en un taxi. Una vez que llegué a la dirección que me dio se subió y tomamos rumbo a la casa, pero en el camino me comentó que compráramos cervezas para llevar ya que tenía ganas de seguir tomando si no había problema, idea que me agradó sobremanera. Llegamos a la casa y pasamos a la sala. Nos instalamos en el sofá, frente a frente y comenzamos a charlar mientras bebíamos. Me contó lo que había hecho todo este tiempo y me dijo que recién se había casado, con lo cual creí perdidas todas mis esperanzas.

De pronto, me pidió que pusiera música y después de un rato me dijo que si podía quitarse la camisa porque se había mojado con la lluvia por que si no se iba a enfermar. Le dije que se sintiera en su casa y que estuviera lo más cómodo posible. Todo comenzaba a mejorar. Era un dios, un verdadero manjar, ya que dejo al descubierto un cuerpo trabajado de gimnasio, hermoso. Seguimos conversando recordando anécdotas del pasado cuando de pronto me preguntó si tenía algún video o alguna película para ver. Le dije que si y fui por la colección de dvds. Comenzó a revisarlos y en tono de broma preguntó que si tenía XXX. Un poco sorprendido pero emocionado le dije que si y fui al cuarto a traerlos. Puse la película y me pidió que pusiera a media luz el cuarto para disfrutarla.

A los pocos minutos comenzó a moverse mucho en el sofá y la expresión de su rostro cambió. Se estaba excitando. Riendo me dijo que parara eso porque le iban a dar ganas de masturbarse ya que durante el día había estado con un grupo de amigos y que una chica lo había dejado sumamente excitado, porque al rato no quiso nada con el. Entonces le dije que estaba en su casa y que podía hacer lo que quisiera, que había confianza. Al verlo me di cuenta que tenía una buena erección ya que el pantalón estaba a punto de reventar. Me dijo que lo haría siempre y cuando lo acompañara haciendo lo mismo, a lo que sin dudarlo le dije que si.

Imaginé lo que estaba por suceder. No podía creer mi buena suerte. El tipo que tanto me gustaba estaba en mi casa, solos los dos, con alcohol y a mi merced. Entonces sacó frente a mí la verga más hermosa que pudiera existir. Comenzamos a masturbarnos cada quien en su lugar. Él sudaba y manipulaba su verga deliciosamente. De pronto me dijo que si competíamos a ver quien los lanzaba más lejos, riendo le dije que si y se colocó a un costado de mi. Duramos así unos minutos y me dijo que por qué no lo hacíamos más emocionante. Y fue entonces cuando propuso jugar a la botella y que el castigo fuera quitarse una prenda y colocarla al centro. Fue una emoción increíble. El momento no podía estar mejor: clima cálido, excitación, calor, deseo… las prendas desaparecían a mil por hora igual que las cervezas, y al fondo los sonidos de la lluvia al caer y los gritos de la película porno le dieron el toque perfecto.

Para mi buena suerte perdí hasta lo último que llevaba puesto, él solo tenía un bóxer que dejaba ver el manjar que seguramente estaba por comer. Jamás lo había visto así, tenía un cuerpo escultural y unas piernas de campeonato, musculosas, con vello a discreción que lo hacían más excitante. Yo me encontraba desnudo en la alfombra y ya no sabía como reaccionar, aunque su mirada me pedía a gritos que actuara ya. Me dijo bromeando que me daría una nueva oportunidad y volví a perder nuevamente todo, así que me dijo que ahora me merecía un castigo ejemplar.

Sin más rodeos me dijo que le quitara el bóxer y que le diera una mamada ejemplar. Totalmente caliente y con mi pene a punto de reventar me hundí en su entrepierna para saborear el pene más deliciosa que había encontrado. Su olor a macho me encendió. Alrededor de 20 centímetros de carne maciza me llenaron el paladar. Recorrí su enorme miembro centímetro a centímetro y saboree cada una de sus bolas que también resultó un manjar.

Sin más, me levantó y me dijo que me iba a coger como nadie lo había hecho. Sacó un condón de su pantalón, se lubricó y acomodándose en el sofá me pidió que me trepara en él para cabalgarlo. Sentarme en ese trozo me hizo ver las estrellas… ¡no lo podía creer! Me estaba comiendo el guevo del hombre que alborotaba mi sexualidad desde tiempo atrás. Cambiamos de posición varias veces: de lado, a gatas, patitas al hombro… fue ahí cuando pude ver mejor la cara de excitación que tenía. Las posiciones más candentes que se puedan imaginar, lo cual me indicaba que el hombre era un experto en el arte de amar. Se movía como un loco y emitía sonidos y palabras entrecortadas. El sudor comenzó a llenar su cuerpo y su respiración agitada me decía que estaba gozando mi culito. Yo tocaba cada parte de su ser, encajando mis uñas ante cada embestida de su verga sin piedad.

Lo acaricié y besé sin medida ni control, tocando espalda, pecho, cuello, nalgas de campeonato… un verdadero sueño hecho realidad, y mejor aún, estaba resultando más de lo que podía esperar. Después de un buen rato de estarme culeando y decirme que mi culo era un manjar y gritarme que estaba yo delicioso, lo sentí explotar dentro de mi… fueron los segundos más fantásticos de mi vida. Un hombre realmente guapo me acababa de enterrar su intimidad, una herramienta descomunal que destrozó mi culito y lo llenó de un inmenso placer.

Agotados nos fuimos a la regadera. Regresamos a la sala donde continuaban las escenas candentes de la película porno, lo cual visiblemente lo prendió de nuevo, solo que esta vez pasamos a mi recámara donde hicimos el amor un par de veces más casi hasta el amanecer. Al otro día se levantó muy temprano, desayunamos y se regresó a su casa. Fue una noche única que no olvidaré jamás…

Colirio

Aqui les dejo una colirio, es un chico super lindo... espero les agrade...

Algo Leather....