domingo, 25 de mayo de 2008

Que vaina tan rica...

Todo empieza un viernes después de trabajo nos reunimos cinco compañeros de trabajo para tomarnos unos tragos antes de llegar a casa, en esos cinco está Carlos quien nos dice que nos acompañaría solo un rato por que su hermana estaba de cumpleaños y tenía que cumplir con ese compromiso. Empezamos a tomar, tragos vienen tragos van, hablamos de todo un poco, mujeres, trabajo, política, etc. Cuando quisimos darnos cuenta de la hora habían pasado tres horas desde que empezamos a tomar, ya unos estaban medio mareados.

Carlos empieza a recriminar la hora y que lo esperaban y todo el cuento, yo le dije que se tomara el trago que tenía y nos fuéramos, a él se le ocurrió la genial idea de invitarnos a su casa para el cumpleaños de su hermana, que estarían las amigas de su hermana y compañeras de clases de ella, de los cinco solo iríamos Eduardo, Carlos y yo. Eduardo y yo llamamos a nuestras respectivas casas para avisar, y tomamos rumbo a la casa de Carlos la cual quedaba retirada de la ciudad precisamente en La Guaira, después de una hora llegamos al destino, antes de llegar a la casa compramos hielo y unas cervezas para no llegar con las manos vacías, después de recibir los regaños familiares, Carlos nos presenta a la familia, y empezó la fiesta, como lo había anunciado Carlos estaban las amigas y compañeras de clases de su hermana, bailamos, echamos cuentos, reíamos.

Desde que llegué me gustaba una morena muy simpática de trato y físicamente está como me la recomendó el médico, ojos claros y demás, hubo un feeling, estuvimos bailando por largo rato, me tenía demasiado caliente esa mujer, ella era casada, se llamaba Milagros, estaba a mil con el roce del baile y ella no se molestaba por eso, ella sentía que mi verga estaba que explotaba y le gustaba sentirlo en su vientre, de repente fuimos interrumpidos por Carlos quien nos decía que el esposo de Milagros llegó a buscarla, ella se molestó mucho por la situación, no quería irse, pero no se pudo hacer nada, se fue con él, yo dije bueno yo también me voy, pero nadie dejó que ni Eduardo ni yo nos fuéramos a esa hora, ya dos y media de la madrugada, seguimos bailando.

Como a las 4:30 AM ya quedábamos pocos en casa, así que la mamá de Milagros arregló todo para quedarnos. En un cuarto se quedaron las chicas, en otro la mamá de Carlos, en el otro cuarto se quedó el primo de Carlos y Carlos. A Eduardo y a mi, nos tocó la sala, un sillón de tres puesto para cada uno, no podía conciliar el sueño, de la calentura que me dejó Milagros, después de tantas vueltas me quedé dormido, estaba soñando que Milagros me estaba haciendo una mamada de padre y señor nuestro.

Cual fue mi sorpresa, al abrir los ojos, el primo de Carlos estaba entre mis piernas mamándome la verga, con una maestría que se notaba que no era la primera vez que lo hacía, me quedé frío al verlo, nunca había estado con un hombre, pero la calentura que tenía, no me dejó hacer nada, en ese momento voltee al otro mueble y Eduardo estaba como una piedra durmiendo.

Me dediqué a disfrutar la mamada que me estaban dando, estuvo como diez minutos en esa mamada, le dije en voz baja que iba a terminar para que mi compañero no se despertara, en seguida el primo de Carlos levantó la cabeza y soltó mi pene, se acercó al oído y me dijo que quería que acabara dentro de él que estuvo toda la noche deseando eso, que me estuvo observando como Milagros me dejó caliente, no se de dónde sacó un bolso de mano, con condón y crema, con mucha delicadeza me colocó el condón y le untó crema, se bajó los pantalones cortos que tenía, se echó crema en el culo, y se fue sentando en mi pene poco a poco.

Al principio le dolió un poco, se detuvo, por unos instantes, y de pronto se dejó caer completo metiéndose todo mi pene de un solo golpe, se le salió un grito que trató de ahogar para que no se dieran cuenta, pero se le escapó algo del grito, se quedó tranquilo pasando el dolor, en ese momento tenía mis 20 cms. de verga introducido completo en su culo, sin moverse, hasta que poco a poco empezó con el mete y saca se veía que le dolía, hasta que llegó un momento que estaba cabalgando como loco del gusto que estaba sintiendo.

La sensación era única, no me había cogido a un tipo nunca, pero el calor de culo cubría todo mi pene, yo estaba en las nubes, cuando volteo al otro mueble mi compañero de trabajo se había despertado no se que tiempo tenía despierto, lo único que vi era una cara de molestia, que no sabía por qué, así que le di una nalgada al primo de Carlos y lo bajé, él tampoco sabía que mi compañero se había despertado, estaba mucho más mareado que yo, el primo de Carlos no lo pensó dos veces y se le fue al pantalón de mi compañero y sin que le diera tiempo a nada, ya tenía el pene en la mano y empezó a darle una mamada, mi compañero entre lo mareado que estaba no puso resistencia, el primo de Carlos me hizo seña que lo penetrara, lo acomodé y empecé a penetrarlo de nuevo, me costó un poco, pero poco a poco fui metiéndoselo hasta que volvimos a tener el ritmo original.

Él gemía con el pene de mi compañero en la boca y el mío en el culo, no pasaron más de diez minutos, no aguanté más y terminé dentro del culo del primo de Carlos, él seguía mamándole el pene a mi compañero que se vino en su boca, el primo de Carlos limpió el pene de mi compañero y lo guardó donde estaba, se volteó e hizo la misma operación, me quitó el condón y limpió mi pene con la boca, yo me acomodé la ropa y él se fue a su cuarto antes que se despertaran algunos los de la casa.

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