domingo, 9 de marzo de 2008

Todo por hacer feliz a María ...

Este relato va dedicado a una persona especial que día a día se ha ganado un puesto muy importante... para ti Yilber...

Estando en mi trabajo realizando mis labores habituales, un compañero me dice que hay una persona en la sala de espera que desea hablar conmigo. Enseguida fui, encontrándome con un chico como de 1.80, de excelente cuerpo, que se notaba trabajado, como de unos 20 años. Me pareció extraño que me buscara porque no le conocía. Lo saludé, dijo llamarse Andrés y muy nervioso me dijo que si podía ir al cafetín que ahí me explicaría. Estando allí me dijo que era hermano de mi amiga María, la pediatra del centro médico, una mujer un poco callada, que no le conocía amigos. Por lo mismo él me dijo que ella le había hablado en varias oportunidades de mí. Continuó diciendo que ese día era el cumpleaños de ella y que él junto con su sobrina (hija de María), deseaban darle una sorpresa en la cena y que para eso había ido; para invitarme como su único amigo. Enseguida le dije que si y me dijo a la salida la distrajera un poco para que ellos tuvieran tiempo de preparar todo y que por supuesto después la fuese a llevar a casa como si nada. El día transcurrió muy agitado como normalmente es en un servicio médico. Por la tarde como a las 7 de la noche le dije a María que le invitaba a tomar unos tragos. Salimos en dirección a un bar y pasamos por una floristería y le regalé un ramo de rosas, ella me dijo que si había algún motivo para ello. Pero le dije que no que solo era por amistad. Después de beber una copa nos fuimos a su casa, en un principio se negó a que la fuera a llevar pero, finalmente accedió y cuando llegamos puso la llave en la cerradura de su apartamento y desde adentro se escuchó la voz de Andrés y María su hija: ¡Sorpresa, Feliz Cumpleaños! La casa estaba toda adornada con globos y serpentinas. Ella se emociono mucho y me dio un fuerte abrazo por ser cómplice de ellos.Después de tomar algo nos sentamos a la mesa a cenar y tomar un exquisito vino, el cual recuerdo con especial interés … era un vino Riojano. La alegría de mi amiga se le notaba y yo estaba contento por ella ya que, desde que se separó de su marido, hacia unos 2 años que no le veía tan alegre. Luego nos sentamos en la sala a tomar unos tragos mientras conversábamos y nos reíamos de los chistes que contaba su hermano.Cuando ya eran cerca de las 2 de la mañana les dije que me retiraba pero, todos en coro me dijeron que: por qué no me quedaba. No tuvieron que insistir mucho y seguimos bebiendo y conversando, hasta que María dijo que era hora de acostarse, porque tenía que ir a trabajar al día siguiente y a su hija le tocaba colegio. Inmediatamente Andrés dijo: “que el duerma en mi habitación. Todos se fueron a dormir y yo me fui al baño para posteriormente ir a la habitación de Andrés. Me sentía un poco nervioso al saber que estaría tan cerca de ese magnifico ejemplar masculino. Mi sorpresa fue mayor cuando al entrar en la habitación veo que solo hay una cama. Entonces Andrés que estaba bastante mareado, dijo no te preocupes que los dos nos acomodamos perfectamente aquí. Aún más nervioso me quité la ropa, quedado solo en calzoncillos. Noté que él me miraba con ojos de lobo esperando su presa. Le ignoré y me metí en la cama dándole la espalda enseguida. Por un par de minutos solo sentía su respiración hasta que de pronto siento que posa una de sus piernas musculosas, sobre la mía. Comenzó luego a acariciarme la pierna para luego aproximarse hasta mi paquete, que para entonces ya estaba que reventaba. ¡Porque eres tan serio! sácate los calzoncillos, haz como yo y tomando mi mano hizo que tocara su culo, fuerte y carnoso. Enseguida tomé más confianza y me saqué el calzoncillo y me lancé a tocarle el miembro, que debía medir unos 18 centímetros y algo grueso, en especial la cabeza rosada que apreté con avidez, mientras él se retorcía de placer. Después de un rato me dijo que hiciéramos un 69. Me encantó como me lo chupaba, era tan delicado y eso me hacía tener mas espasmos en mi cuerpo y él se daba cuenta porque me mordisqueaba con verdadera malicia la cabeza de mi pene.Luego me dijo que deseaba penetrarme, que esta seria su primera vez, ya que solamente había tenido un par de encuentros con un compañero de universidad, sin penetración … solamente toqueteos, mamadas y pajas mutuas. Le pregunté que como deseaba penetrarme, y me dijo que me pusiera de lado y alzándome una pierna intentó penetrarme, le dije que esperara un momento y me ensalivé un poco el culo y luego su pene. Me lo metió suavemente, podía sentir su trozo abriendo mi culo suavemente hasta que sus bolas chocaron con mis nalgas y comenzó a cogerme suavemente al principio mientras me pajeaba, para luego acelerar gimiendo y diciendo ¡qué rico culito, me encanta sentir mi pene dentro de ti! ¡Te voy a inundar el culo con mí leche! Su agitación se hizo más notoria y pude sentir su pene aún más duro dentro de mí y acabó derramando todo su semen en mi interior, dando gritos de placer. Al sacar su pene de mi culo que había dejado lleno de su leche me dijo ¡Quiero que me desvirgues! Enseguida le hice que se acostara boca abajo y comencé a mamarle el culo que estaba para comérselo a pedazos.Cada pasada de mi lengua por su culo hacía que diera brincos de gusto, a la vez que apretaba tratando de retener mi lengua. Luego le comencé a meter un dedo sin dejar de mamarle el culo, llegando a meter 3 y se quejó un poco, pero decía que le encantaba. Finalmente me decidí y puse mi macana en la entrada de ese túnel oscuro que iba a taladrar. Le introduje la cabeza y le sentí estremecerse pero, me dijo ¡continúa papito que se siente rico! Luego le introduje un par de centímetros más y me dijo, ¡hazlo de una vez que no aguanto más! Le hice caso y le penetré de una vez haciendo que gritara de dolor y placer a la vez. Como mi morbo era mucho no pude contenerme y lo cabalgué rápidamente, llegando a eyacular dentro de su culo recién desvirgado un torrente de leche que él recibió con un gracias "mi amor". Esa noche lo hicimos una vez más en todas las poses que pude y él gozó cada una de ellas.

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